El III Encuentro Prescripción S.XXI ha dado respuesta a esta y a otras muchas preguntas en un espacio destinado a arrojar luz sobre el futuro del sector de la construcción.
“Industrializar significa integrar desde el momento cero. La industrialización empieza en el propio proyecto”, apuntó Begoña López, CEO de Componentes y Unidades Constructivas, en el marco de esta iniciativa que en su última edición ha batido récord de asistencia con la participación de más de 80 profesionales del sector.
El espacio del MATCOAM, ha acogido una mesa redonda —moderada por Guillermo Hornero (PAEE), Koldo Monreal (Onhaus), Antonio Domínguez (Griesser), Laura García-Barrios (NAN Arquitectura) y presentada por el periodista Josep Salvat donde se han tratado los cuatro pilares fundamentales para buscar soluciones futuras a las necesidades del sector. Entre ellas, la industrialización y el reto de transformación del sector; la escalada de precios y cómo afrontar su estabilización a medio plazo; el reto que supone la falta de mano de obra cualificada; y, sobre todo, el cambio a “similar” en la prescripción a razón de la inestabilidad de los costes.
La primera mesa, moderada por Laura García-Barrios, trató sobre cómo afrontar la carencia de mano de obra cualificada en el sector, un factor que está suponiendo todo un lastre para la construcción y la rehabilitación, actividades llamadas a ser uno de los motores económicos más importantes. La pérdida de oficios y de demanda de formación es una clara muestra de que, hoy, la construcción no resulta atractiva para los jóvenes. Uno de los retos es atraer y fidelizar el talento y ser capaces de transmitir el futuro de una profesión que contribuye a hacer nuestras ciudades más sostenibles. “Los fabricantes debemos motivar y trabajar para conseguir esta mano de obra cualificada, ya que somos los primeros interesados en que nuestros productos se instalen de forma excelente”, destacó Diana Torres, de BMI.
Ante el hecho de que en esta edición se ha duplicado la presencia de mujeres, Laura García-Barrios puso sobre la mesa el proceso de integración de la mujer en el sector y los retos a afrontar para conseguir una paridad que todavía sigue estando muy lejos. “Si somos capaces de incorporar la conciliación, cambios en la forma de trabajo y mejora de las condiciones lograremos solucionar esta falta de mano de obra. Somos los responsables de conseguirlo”, destacó Guillermo Hornero.
La segunda mesa, moderada por Guillermo Hornero, trató sobre la industrialización. Los procesos de producción se están acelerando de forma exponencial y muchas veces no existe demanda suficiente para absorber una oferta cada vez más avanzada tecnológicamente. La inversión en I+D+i para llevar al mercado productos y soluciones de máximo ahorro energético, pese a ser clave, aún no es percibida como algo que forme parte de la cadena de valor.
“Una de las líneas a estudiar es el desarrollo de proyectos innovadores y reales. Que formen parte de un conjunto de herramientas que permitan la participación de todas las partes”, apuntó Javier Martínez de Nasuvinsa. También se puso énfasis en separar la industrialización de la prefabricación. La industrialización debe empezar en el propio proyecto”, concluyó Begoña López, CEO de Componentes y Unidades Constructivas.
La escala de precios y cómo poder afrontar su estabilización a medio plazo fue uno de los aspectos más discutidos en la mesa moderada por Antonio Domínguez. ¿Cómo estabilizar y dinamizar los proyectos futuros con la incertidumbre actual de precios, cuando el BCE ha subido los tipos de interés para frenar una inflación desbocada y en un contexto en que la globalización se encuentra en un punto de inflexión muy delicado?.
El sector ha aumentado precios en estos últimos meses. “Si no hay un valor añadido, sobras en la partida. Hay que dar solución al precio”, recalcó Koldo Monreal, de Onhaus. Esto es una realidad que conocen fabricantes, distribuidores, instaladores, promotores y constructores.
“Hemos aprendido a ser más eficientes y operativos para no impactar tanto en los precios y perder lo menos posible. La solución acaba siendo vender más para sobrevivir a ello”, explicó Josep Castellà, de Zehnder, como respuesta a los recientes incrementos de los materiales para fabricar los productos.
Koldo Monreal, de Onhaus, moderó la mesa que trató sobre cómo afrontar en la prescripción el cambio a “similar”, fruto de la inestabilidad de precios. Sin duda, un tema complicado. Las memorias técnicas utilizan con frecuencia este mal llamado eufemismo para avisar al futuro propietario de una calidad de materiales dudosa en la mayoría de los casos. “Hay que exigir que los proyectos estén completos para evitar posibles errores que impliquen grandes responsabilidades”, explicó Daniel Diedrich de A+HOUSE (DMDVA Arquitectos).
Además, estamos cambiando de paradigma del “built to sell” al “built to rent”. Pisos de obra nueva que se construyen para alquilar. “Debemos convivir con el equivalente y el similar, pero hay que definirlo muy bien a nivel legal”, matizó Ángel Ruiz de Hyline. “Más vale compartir entre todos para poder ganar excelencia en el sector que ir cada uno por su propio camino”, concluyó Antonio Domínguez.