¿Cuál es el panorama actual de la industrialización en nuestro país? ¿Está avanzando la industrialización a la velocidad necesaria para alcanzar los retos que marca el sector? ¿Cuáles son los obstáculos regulatorios y normativos que pueden afectar a la edificación industrializada? De todo esto hablamos el pasado 15 de septiembre, en un programa especial conducido por Meli Torres, para dar visibilidad a uno de los temas más relevantes del mundo de la construcción: el codesarrollo de elementos industrializables en la edificación.
Y esta es, precisamente, la misión del Cluster de la Edificación que agrupa más de 60 empresas entre promotoras, constructoras, técnicos, industriales universidades y centros de investigación: crear mejores entornos urbanos a través de la innovación, el crecimiento sostenible y la mejora de la competitividad.
En esta ocasión, los asociados que acudieron en representación del cluster son profesionales de Componentes y Unidades Constructivas, Kronos Homes, Metrovacesa, Aedas Homes y Neinor Homes.
El debate lo abrió Begoña López Ferrer, CEO de Componentes y Unidades Constructivas, la ingeniería de industrialización que coordina esta iniciativa pionera, para recordar la diferencia entre prefabricación y construcción industrializada. “Esta última, -recordó Begoña- es la que permite reducir plazos y costes, siempre y cuando se parta de un diseño industrial desde las fases iniciales del proyecto”.
Lucas Galán, de Neinor, comentó que “hablar de construcción industrializada es hablar de procesos y de tecnología y que para saber si una edificación está industrializada, basta con fijarse en los residuos que genera su construcción: cuanto más industrializado esté un proyecto, menos residuos genera”.
Almudena Sevilla de Kronos puso el foco en que “la industrialización no deja de ser una revolución, que copia la forma de producir en serie de otras industrias, como la automoción, con las ventajas contrastadas de la misma”.
“Más allá de una revolución, la industrialización es un reto y una oportunidad para mejorar los sistemas y los procesos a nivel global”, apuntó David Sierra de Metrovacesa.
Todos los presentes coincidieron en que uno de los desafíos de la construcción es cambiar el paradigma y la forma organizarse. “Tenemos que diseñar los proyectos de forma industrializada, para poder optimizar los recursos y los procesos desde la fase cero y poder beneficiarnos de las ventajas de la industrialización. Solo así reduciremos plazos y, lo que es mas complicado, seremos capaces de reducir costes”.
Respecto a los obstáculos que impiden el avance de la industrialización en España, se apuntaron varios: la cultura instaurada, que hace difícil cambiar la forma de construir de la noche a la mañana, la financiación, y la normativa variable en función de cada comunidad autónoma.
Pero hay razones para el optimismo. En palabras de Begoña López, “las trabas actuales pueden convertirse en herramientas que aceleren los procesos y provoquen una transformación real si contamos con un liderazgo por parte de la administración pública a nivel nacional”.
Sobre cuál será la imagen de la industrialización de aquí a cinco años, los miembros del Cluster creen que aumentará la demanda de la construcción industrializada y que cuando empiece a fluir, el ritmo de crecimiento será mucho más rápido. “Si somos capaces de generar más industria en torno a la edificación, aumentaremos el grado de competitividad del sector y sentaremos las bases de la revolución real que supone la construcción industrializada”
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