Nunca un sector ha tenido la necesidad de renovarse a un ritmo tan frenético como el que se está pidiendo al sector de la construcción, Y, además, con exigencias de éxito desde el momento cero.
Para hablar sobre esta necesaria transformación a la que está abocada el sector de la construcción se reunieron representantes de administraciones, promotoras, constructoras, arquitectos, ingenieros, project manager, fabricantes, financieros y juristas, en el I Congreso de Construcción Industrializada organizado por inmatbyciare, en las instalaciones de Cuatrecasas.
A lo largo de 2 intensas jornadas, se analizaron todos los cambios que son necesarios abordar de manera conjunta para que la Industrialización sea una realidad cuanto antes y se implante de forma ordenada y eficiente.
La mesa “Beneficios de la construcción industrializada por componentes”, moderada por Jorge Consuegra, CEO de METÁPOLIS, contó con Mª Begoña López Ferrer, CEO de Componentes y Unidades, Guillermo Hornero Bouzas , CEO de PAEE, Antonio Domínguez Villardón, director de desarrollo de negocio de INSALU, Koldo Monreal, CEO ONHAUS, Manuel Medina Salas, CEO ISO CHEMIE, Salvador Ochoa, CEO PERSAX, y Javier Bermejo, director general PROFINE IBERIA KÖMMERLING.
Mas allá de mencionar los beneficios que todos conocemos que aporta la industrialización, Mª Begoña López Ferrer, representante de la primera Ingeniería en España especializada en construcción industrializada, señaló que “para poder industrializar el sector hemos de entender que cualquier proyecto de edificación es un producto y, como sucede en el sector industrial, no se entiende que se inicie la construcción o fabricación de un producto sin una ingeniería e producto-proceso-programa de producción detrás. Un edificio es un producto y como tal, es necesario, desarrollar la Ingeniería de Producto que indique el qué, el cómo y el cuándo, teniendo en cuenta como premisa fundamental las necesidades que debe atender el producto una vez fabricado (Targets Desing) “.
Industrializar significa «pensar de otro modo», significa «planificar de otro modo«. Para industrializar correctamente, reduciendo costes, plazos y mejorando la calidad y la sostenibilidad es imprescindible una ingeniería de producto-proceso-programa de producción que defina perfectamente los targest desings del producto y por lo tanto, el diseño óptimo y su producción.
En la mesa se indicó que se requiere de una ingeniería de industrialización que trabaje conjuntamente con el equipo de arquitectura, porque “es posible industrializar y crear cosas muy bellas” como señaló Julio Touza.
En el debate también se habló de la necesidad de cambiar otros muchos aspectos relacionados con la construcción, como la financiación, pues se adelanta mucha fabricación en etapas muy tempranas de obra en instalaciones industriales; la LOE, para ampliar las responsabilidades de ejecución de proyecto tanto a fabricantes, como a project manager e ingenierías y la necesidad de contar con una apuesta más decidida y menos conservadora de las promotoras y de todas las administraciones en el cambio normativo, licencias, urbanismo. También en la conveniencia de “contar con más iniciativas público-privadas que ayuden a aumentar la demanda y mejorar el déficit de vivienda que, año tras año, se acumula y al que no estamos dando servicio”.