La pérdida sostenida de profesionales cualificados en la edificación es otro de los hándicaps que pone sobre la mesa la necesidad de transformación del modelo basado en la construcción convencional con mayor carga de trabajos manuales.
El sector industrial nos permite especializar las tareas, lo que supone integrar personal sin formar, que podemos especializar en tareas concretas de desempeño, consiguiendo una mayor integración, seguridad y calidad laboral. Estos nuevos perfiles, en entornos más controlables e inclusivos, son claves para el modelo industrial a la hora de atraer y fidelizar a los trabajadores del futuro.
Hoy, los jóvenes buscan empleos más tecnológicos, seguros y que contribuyan a la conciliación familiar. En el caso de la construcción, es esencial vincular los puestos de trabajo a la digitalización, las nuevas tecnologías y la industrialización, para generar nuevas oportunidades laborales con perfiles más especializados y tecnológicos.
Más mujeres en el modelo industrializado
Actualmente, solo el 10% de la fuerza laboral en la construcción está formado por mujeres. Pero la industrialización es el segmento que más está estimulando el cambio y la inclusión. Las cifras indican que alrededor del 50% del personal que trabaja para empresas dedicadas al nuevo modelo constructivo son mujeres y las proyecciones apuntan que será el entorno donde más crecerán las incorporaciones de talento femenino, tanto en sus fases tempranas de formación y experiencia laboral como, y más importante si cabe, la inclusión de la mujer mayor de 40 años y desconectada del mercado laboral.
La formación profesional como formación especializada, clave en el futuro del empleo en el sector
Hablar de talento es hablar de formación. La entrada en vigor de la reciente legislación de Formación Profesional es una clara respuesta a la demanda histórica del sector de contar con una formación específica y será útil para paliar la falta de alumnos en cursos de FP relacionados con la construcción. En este sentido, uno de los retos es aumentar el número de alumnos que quieren hacer FP, fomentando la visión desde las asociaciones, escuelas y empresas, de lo que ofrece la construcción industrializada y su atractivo como nicho profesional, desde el punto de vista profesional y económico. Convenios con las empresas de construcción industrializada y fabricación de sistemas y componentes, para centrar el grado de especialización, es una tarea pendiente imprescindible para adecuar la formación a las nuevas necesidades del sector.