Mª Begoña López Ferrer  •  blf@componentesyunidades.com

Nuestro techo estará donde nosotras lo pongamos

Los premios anuales ASEME, que reconocen la promoción de la mujer en el mundo empresarial, han puesto sobre la mesa aspectos clave como la labor de todas estas empresarias para impulsar la igualdad a través de sus corporaciones y la necesidad de seguir trabajando para fomentar sociedades más justas e inclusivas.

Como comentaba Begoña López Ferrer, CEO&Founder de Componentes y Unidades Constructivas, que recibió el premio a PYME del año, “nuestro techo tiene que estar donde nosotras queramos ponerlo, no donde nos lo quieran poner

Y es que, como muchos otros, el de la construcción es un sector tradicionalmente masculino, donde el camino para la mujer siempre ha sido especialmente exigente. Pero las cosas están cambiando, tambien en la construcción. Gracias a la industrialización y al nuevo enfoque que supone este modelo, no solo se están reduciendo plazos y costes, sino que también se está promoviendo la inclusión y la diversidad en el lugar de trabajo.

La construcción industrializada representa una gran oportunidad laboral para las mujeres por varias razones:

1. Demanda de mano de obra. La creciente necesidad de trabajadores cualificados abre puertas para que más mujeres se interesen por un sector que se está renovando y ofrece un trabajo estable y de futuro.

2. Diversificación de roles. La construcción industrializada no se limita a trabajos físicos, sino que permite la incorporación de la mujer en cualquier fase del ciclo constructivo, tanto en la fase de diseño o gestión como a pie de obra.

3. Formación cualificada: cada vez encontramos mas mujeres en carreras vinculadas a la construcción y, sobre todo, a la digitalización. El cálculo de datos y el seguimiento es esencial en este nuevo modelo de edificación y, con estas nuevas capacitaciones, las mujeres ya están adquiriendo las mismas competencias que sus compañeros.

4. Flexibilidad y tecnología: La incorporación de tecnologías avanzadas en la construcción industrializada permite mayor flexibilidad en los horarios y formas de trabajo, lo que facilita conciliar vida laboral y personal.

5. Cambio de percepción. El aumento de mujeres dentro del sector rompe estereotipos de género y techos y es un aliciente para que más mujeres sigan este camino.


“La incorporación de la mujer en la construcción industrializada es mucho más sencilla y sucede de manera más natural, porque si a efectos laborales la única diferencia entre un hombre y una mujer es el aspecto físico, con este sistema desaparecen” continua Begoña. “Y, más allá, la industrialización impulsa no solo la integración de la mujer, sino también del talento juvenil y de otros colectivos con cierto grado de discapacidad, por lo que supone un salto cualitativo a la hora de equiparar sexos y condiciones sociales que no existe en los oficios tradicionales de la construcción”, concluye

Para ver un resumen de las entrevistas a las premiadas, pulsa este enlace de ASEME